"Shinrin yoku", "absorber la atmósfera del bosque", es una definición hermosa y más cuando estamos todos tan saturados por el duro y densificado ambiente urbano con todo lo que ahora está sucediendo.
No sería impropio desear salir de algún lugar que nos oprime, ni podríamos extrañarnos de querer alejarnos de aquellas situaciones que son negativas o nos impiden sentir la plenitud de la vida.
Si podemos sentir la atmósfera de un bosque como penetra en cada molécula de nuestro ser, revitalizándonos y llenándonos del éxtasis de la vida en cada respiración ¿No sería maravilloso poder disfrutar de esto tan a menudo como podamos ya que es un regalo de la naturaleza para todos?
El baño de bosque, (Shinrin Yoku), llevado a la práctica, consiste en pasar un cierto tiempo en un bosque determinado, con el objetivo de mejorar la salud, aumentar la vitalidad y sentirse en paz acogido por su energía. Un baño purificador, que nos inunda de fuerza y serenidad.
Algunos lo practican caminando lentamente por el bosque, sin prisa, durante la mañana, la tarde o todo el día. Esta actividad es procedente de Japón pero está extendida en diferentes culturas del mundo. Es sin duda, una espléndida terapia y una reconexión espiritual para todos los que la practican.
En realidad, el bosque no es el único espacio donde se puede realizar, cualquier espacio natural y abierto puede tener esta utilidad.
Obviamente la energía de cada lugar es única y no es lo mismo estar en un desierto que en un valle, en la cima de una montaña sagrada, en una playa junto al mar o rodeado de árboles o rocas.
Mientras se pasea, hay muchas actividades que se pueden realizar en estos lugares que pueden beneficiarnos. El fundamento más importante en todas ellas es desarrollar la escucha y la atención consciente, escuchar, habilitar un corazón tranquilo y mientras uno se considera a sí mismo, conecta con la tierra y su propia presencia, dejando que los sentidos se abran y disfruten del entorno.
Cuando nosotros hacemos esta actividad, practicamos los ‘Healing Walk’ o ‘Caminares curativos’ asociados a prácticas de Qi Gong y algún juego de conciencia, de relación y de atención.
Se ha comprobado que los paseos a partir de 40 minutos por el bosque favorecen mejores estados de ánimo y se incrementa el nivel de energía de la persona.
Prefiero evitar el término ‘senderismo’ porque implica a menudo un esfuerzo físico que no todo el mundo puede realizar. Es importante destacar que a una persona le puede sentar estupendamente pasear, pero a otra le irá maravillosamente el correr montaña arriba o competir en bicicleta o incluso la misma persona puede necesitar una cosa en un momento circunstancial y otra en otro momento. ¿Verdad?