Cada carta AIAM tiene diferentes plataformas de lectura:

1. A nivel intuitivo, observamos su composición y su diseño y dejamos que surja en nosotros las primeras impresiones asociadas a situaciones o circunstancias que en este momento particular por alguna razón, ahora están despiertas en nosotros. 

Consideramos que una energía está viva, cuando despierta nuestra curiosidad una característica determinada de algo que nos llama atención. 

En este momento activamos la investigación  y estudio de lo que se ha manifestado, lo que muestra y nos propone a todos los niveles. 

2. Valoramos los colores que se muestran y sus analogías. Cada vibración expresada conmueve nuestras emociones más elevadas ya que su exposición no es gratuita.

 Contiene información sutil que sirve de trampolín a la expresividad de nuestra alma. Cada color define un punto de origen, una relación y un objetivo. 

Nos informa de las alianzas que podemos crear para defendernos mejor ante las batallas que sostenemos cada día. 

Permite darnos cuenta de nuestros valores, potencialidades y fortalezas y los campos donde podemos expresarlos. 

Los colores están codificados en categorías de vibración y son estudiados en profundidad.

3. Cada carta AIAM tiene una correspondencia directa con la Práctica de Sanación y Meditación de Hridaiam. 

Aún siendo toda ella una unidad, está compartimentada en 22 cartas o gestualidades asociadas. Cada gesto reproduce un código de información y un estadio a alcanzar y experimentar. 

Esta Práctica de alineamiento energético es de amplio espectro con un profundo contenido. Es realizada diariamente, desde hace años, por un grupo de integrantes de la Escuela, comprometidos en alcanzar una mayor profundidad en el Conocimiento de sí mismos. 

Esta Práctica está diseñada como un mecanismo que armoniza nuestra estructura biológica con nuestro campo energético y espiritual.  

Es un soporte para usar conscientemente la energía, para servir y ayudar a los demás mediante la Lista Blanca. La Lista Blanca es un servicio voluntario de sanación a distancia, que hacemos cada uno de los practicantes desde nuestra casa.  

4. Estudiamos en las cartas AIAM, las geometrías que se definen, así como los números. Tanto unas como los otros muestran los patrones de relación en el universo. 

Son como el andamiaje de la Mente conectiva que une todas las cosas. A través del Número y la Geometría sagrada comprendemos mejor los intervalos y los ritmos que nos habitan. 

Los números, al igual que los pitagóricos, nosotros los consideramos en relación no sólo a la cantidad sino a la cualidad asociada. 

Son símbolos que representan energías vivas. Cuando meditamos en ellos, se despierta el sentido de la música de las esferas y habitamos de Sonido, el Silencio, porque si de algo estamos hablando es de energías, vibraciones y frecuencias. 

El Uno, no sólo expresa la unidad, es la convergencia de un Todo. El Dos, es la Polaridad, el Tres es el triángulo. Es el Equilibrio subyacente que armoniza el conflicto… y así con el resto.

5. A las cartas AIAM les llamamos Puertas porque son Paisajes que se abren después de cada paso en nuestro viaje consciente. 

Nos observamos y reflejamos en ellas a través de unos términos de luz y sombra definidos en cada una. Estas polaridades nos completan y nos identifican. 

Después establecemos correspondencias de asociación  entre ellas a través de unos patrones determinados que permiten ajustarnos a unas dimensiones más elevadas de las que acusamos diariamente y establecer sinergias muy creativas y diversas de estudio y reflexión.

6. Por último, las cartas AIAM sostienen un Matraz alquímico único de Transformación que es la Caligrafía Ortos. 

Cada grafía ahí representada es un recipiente codificado para la Sanación y para desarrollar altos niveles de Conciencia. 

Esta Caligrafía no es sólo una bella manera de escribir, es un método único de la Escuela que permite la investigación real de la energía en diversos planos. A través de ella exploramos el Sonido y el Color, el Movimiento, el Número y la Geometría Sagrada en una Síntesis única.

No olvidamos nunca que nada de esto es más verdad que cualquier otra cosa. Sólo es un Juego. No es más ni es menos. Un Juego sagrado, pero juego al fin. 

Sólo que al hacerlo nuestro, a través de su diseño, tocamos lo verdadero de cada uno. 

Sólo hemos de pulsar con convicción para que los frutos se muestren finalmente.

Y en este Juego cada uno hemos de saber usar correctamente nuestras ‘cartas’ ¿verdad?